El lado oscuro de la vida de foránea.


Marisoco Calderon Radilla, estudiante de Ciencias de la Comunicación de primer semestre. 

Cuando las circunstancias de la vida te llevan a abandonar el nido y mudarte a otra ciudad la cosa se pone buena y es que ser foráneo esta “cool”, ya saben, vives solo, tal vez con roomies buena onda, no tienes merodeando a tus papás todo el tiempo cuidándote la hora de llegada, las visitas, las no llegadas. Los domingos son para ver tiktok, netflix  o dormir, sin necesidad de atender algún compromiso familiar y pues, puedes hacer lo que quieras en cuanto a la limpieza de tu hogar porque no tienes a tu mamá quedándose todo el día de porque no tendiste tu cama o lavaste los platos.
Ser foráneo te da la oportunidad de conocer diferentes ciudades y cómo se vive en ellas y lo mejor es que estas completamente abierto a descubrir una nueva ciudad porque no tienes esos prejuicios locales como: “este lugar es feisimo” , etc, etc… entonces conoces 1000 gente y siempre están pasando cosas diferentes, raras y súper divertidas. 


Sin embargo, no todo es color de rosa (como todo en esta  vida).
Como foránea, puedo asegurar que la mayor parte del tiempo me la paso increíblemente bien (lejos de mi pueblo),  pero hay veces que no puedo evitar pensar ¿Qué  estoy haciendo aquí?

Por eso, basándome en mi experiencia y en la de mis queridos amigos foráneos, les dejo aquí algunos de los típicos males del foráneo:


1.- Mami hazme sopita: todo es fiesta, hasta que te enfermas. Enfermarte es posiblemente la situación en la que más lamentas no estar en tu casa, no solo porque te sale carísimo ir a consultarte con un Dr. y comprar las medicinas, sino porque te falta tu mami o alguien que te consienta y se preocupe por ti,  sabemos el poder de las sopitas de nuestra madre en estas situaciones y en lugar de eso, estás ahí tirado en tu cama sintiéndote una cucaracha y las únicas atenciones que recibes como foráneo son los mensajes que mandan de tu escuela preguntándote por que faltaste hoy. 


2.- Todos esos viajes que llevan a un solo destino: viajar es increíble, todos desearían tener que viajar una vez cada tanto, pero deja de ser tan divertido cuando el destino es el mismo, entre compromisos familiares, bodas, cumpleaños y extrañar a tus seres queridos se agotan las posibilidades de aproveches esos días de vacaciones para conocer lugares nuevos o descansar en tu casa en un puente.

3.- ¿Algún día regresaré?: te la estés pasando bien o mal en tu nueva ciudad de residencia, la duda de si algún día vas a regresar o cuánto tiempo te vas a quedar está latente y no solo para ti, también para los demás. Y es que hay tantas decisiones que te orillan a “echar raíces” o resistirte a ser local, comprar una casa o propiedad, tener novio o novia, comprar muebles, unirte a clubes o círculos sociales, usar palabras locales, etc. Todas esas actividades o decisiones se toman con los pies en un lado y con el corazón en el otro.

4.- No eres local: bueno, esto es una realidad, por más que tengas una habilidad de adaptación insuperable hay que aceptar que no naciste ni creciste en tu nueva ciudad de residencia, por lo tanto te perdiste toda esa educación urbana que los demás sí recibieron. No conoces las calles ni las zonas, tampoco dominas el transporte público, si te pierdes, no tienes idea si estas en una colonia donde tu vida corre peligro y es cosa de que con tu acento tan particular le preguntes a alguien y descubra que estas más desubicado y vulnerable que un perrito en medio de la autopista. No conoces la fama de los lugares, lo “cool”, lo “nice”, lo “naco”, lo “hipster”, lo “pasado de moda”, lo “es para niños” etc, etc… la única manera que te enterarás es al escuchar la crítica de los locales cuando les cuentes a donde fuiste el fin de semana.


Y no dudo que la lista siga y siga, pero la realidad es que con todo y estos “males” tener la oportunidad de irte a vivir a otra ciudad hace que tengas experiencias tan diferentes a aquellos que nunca se han mudado siquiera de una casa.


Comentarios

  1. Hola compañera, tu blog me pareció demasiado, preciso y concreto, y sin duda alguna yo que también soy foráneo con cuerdo en lo que escribiste, es muy cierto que llegar a una nueva ciudad siendo primerizo es un reto el cual no es fácil adaptarse tan rápido ya que muchas veces no estamos acostumbrados a estar tanto tiempo fuera de nuestra casa, y es cierto que como dices hay tantas ventajas como desventajas, te sientes más libre, pero al mismo tiempo no conoces bien el nuevo lugar o ciudad, y confirmo, extraño la sopa de mi mama. 😿

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